El descubrimiento de HTLV El Virus Linfotrópico T Humano tipo 1 (HTLV-1) fue aislado en el año 1980 por el Dr. Poiesz y colaboradores en el laboratorio del Dr. Gallo, a partir de un individuo afro-americano con un linfoma de células T infiltrantes en piel. En 1982 el mismo grupo identificó un virus relacionado que llamaron HTLV-2.
En 1983, dos equipos de investigadores, el de la Dra. Barré-Sinoussi en Francia y el del Dr. Gallo en los EE.UU., encontraron los agentes causantes de la enfermedad llamada síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA). El equipo de Barré-Sinoussi llamó a este virus LAV, mientras que el equipo de Gallo lo llamó HTLV-3. Este virus pertenece a una familia diferente dentro de los retrovirus y pasó luego, a llamarse Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH-1).
El HTLV-1 y HTLV-2 están estrechamente relacionados y fueron los primeros retrovirus humanos descubiertos. HTLV no es HIV.
HTLV-3 y 4 Hay muy poca información disponible sobre el HTLV-3 y HTLV-4. Estos virus han sido descubiertos en poblaciones africanas. Existen pocos datos acerca de cuántas personas están infectadas con estos tipos de virus o incluso si pueden transmitirse de persona a persona y establecerse dentro de una comunidad, o incluso si causan enfermedad. Sin embargo, dado el hecho de que un virus relacionado, el HTLV-1, puede causar enfermedades graves, es imperativo monitorear la posible propagación de estos virus y determinar su potencial de enfermedad en casos de individuos infectados por ellos. La aparición de estos nuevos virus en los humanos sirve como un recordatorio de que el aumento de contactos entre humanos y primates aumenta la probabilidad de que un virus cruce especies, como ocurrió cuando el VIH se transmitió de los chimpancés a los humanos. Nuestra experiencia con el VIH nos ha enseñado que tenemos que estar atentos cuando surgen nuevos virus en humanos.